Nicotina
Es un compuesto químico presente en el tabaco. Al fumar tabaco, la nicotina se absorbe a través del revestimiento de los alvéolos pulmonares. Al inhalarlo o masticarlo, se absorbe a través de las membranas mucosas de la nariz o la boca. La nicotina también se absorbe a través de la piel.
Independientemente de cómo se absorba la nicotina, esta entra al torrente sanguíneo, donde circula por todo el cuerpo y llega al cerebro, donde cruza la barrera hematoencefálica. Una vez en el cerebro, se une a los receptores colinérgicos y los activa.
Estos receptores colinérgicos están presentes en el cerebro, así como en otras áreas como los músculos, el corazón, las glándulas suprarrenales y otros órganos vitales. Normalmente, estos receptores son activados por el neurotransmisor acetilcolina, que se produce en las terminaciones nerviosas del cerebro y en los nervios del sistema nervioso periférico.
Las acciones de la acetilcolina ayudan a mantener saludable la respiración, la función cardíaca, el movimiento muscular y las funciones cognitivas como la memoria.
Dado que la nicotina tiene una estructura similar a la acetilcolina, puede activar los receptores colinérgicos. Sin embargo, a diferencia de la acetilcolina, la nicotina entra en el cerebro y altera su funcionamiento normal. Fumar regularmente provoca una alteración en el número de receptores colinérgicos y en su sensibilidad a la nicotina. Esto puede provocar tolerancia a la nicotina.
Una vez que esto sucede, la persona afectada necesita consumir nicotina regularmente para mantener una función cerebral normal. Si el nivel de nicotina disminuye, el fumador puede experimentar síntomas de abstinencia desagradables que lo llevan a "recargar" sus niveles de nicotina fumando de nuevo. Debido a sus propiedades altamente adictivas, la Asociación Americana del Corazón considera que fumar es una de las adicciones más difíciles de superar.